La República Democrática del Congo sigue siendo el epicentro del brote.

África ha registrado 69.211 casos de mpox (14.794 confirmados) y 1.268 muertes desde principios de 2024, según informó este jueves la agencia de salud pública de la Unión Africana (UA).

"La epidemia va en aumento", alertó Ngashi Ngongo, epidemiólogo jefe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC de África), durante una rueda de prensa telemática desde Adís Abeba.

De los veinte países africanos afectados, la República Democrática del Congo (RDC) concentra la mayor parte de los casos, con 2.632 contagios de los 3.095 detectados en la última semana y 29 de las 31 nuevas muertes en el continente.

El brote ha experimentado un aumento del 789 % en casos confirmados respecto a 2023. Además, países como Guinea-Conakri, que habían entrado en una fase controlada, han vuelto a registrar transmisión activa. Actualmente, 15 países enfrentan fases de transmisión activa, mientras que Gabón, Sudáfrica, Marruecos, Zambia y Zimbabue permanecen en un estadio controlado.

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Ngongo destacó la llegada a la RDC de las primeras dosis de la vacuna japonesa LC16m8, aprobada por la OMS para uso de emergencia el pasado 19 de noviembre. Esta vacuna, donada por Japón con tres millones de dosis, está dirigida especialmente a niños, quienes representan el 34,2 % de los casos registrados.

Desde el 18 de noviembre, se han administrado 4.278 primeras dosis en la RDC, Ruanda y Nigeria, con una amplia aceptación por parte de las comunidades y los trabajadores de la salud.

El 13 de agosto, los CDC de África declararon la mpox como una emergencia de salud pública de seguridad continental, seguida por una alerta internacional de la OMS al día siguiente. La preocupación radica en la rápida propagación y la alta mortalidad de la nueva variante clado Ib, que se ha detectado en viajeros fuera de África.

La mpox es una enfermedad infecciosa que causa síntomas como erupciones dolorosas, inflamación de ganglios linfáticos, fiebre, dolores musculares y fatiga. En años recientes, ha tenido brotes severos tanto en África como en otras regiones del mundo, consolidándose como una preocupación de salud pública global.