En operativos recientes llevados a cabo por la Policía Nacional en Tolima y Huila, se logró la captura de seis personas vinculadas al reclutamiento ilícito de menores y el rescate de cinco adolescentes. Los operativos dejaron al descubierto el uso de materiales didácticos y organizativos para adoctrinar a los menores en las filas de las disidencias de las Farc.

La primera intervención tuvo lugar en el kilómetro 50 de la vía Calarcá-Ibagué, sector Puente de Cajamarca. Allí, las autoridades detuvieron un vehículo que transportaba a cinco personas, incluido un adolescente de 15 años. El menor alertó a los agentes sobre los planes de sus acompañantes para reclutarlo en el Frente Alan Rodríguez, del bloque occidental comandante Jacobo Arenas, y el bloque Martín Villa de las disidencias de las Farc.

En el vehículo, la Policía encontró libros y cuadernos con contenido doctrinal y alusivo a estas estructuras armadas. Además, se constató que los materiales eran utilizados para adoctrinar a menores de edad, detallando actividades, listas de asistencia y órdenes del día en reuniones.

Simultáneamente, en el kilómetro 3 de la vía Neiva-Castilla, sector peaje de Neiva, fueron capturadas dos personas en flagrancia mientras transportaban a cuatro adolescentes (dos mujeres y dos hombres) en dos vehículos.

Entre las evidencias halladas se encuentran cuadernos que revelan cómo se organizaban las reuniones para adoctrinar a los menores. Los textos incluyen listas de asistentes y anotaciones específicas como “no aportó” junto a los nombres de quienes no participaban activamente en las reuniones.

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Los adolescentes rescatados, según las verificaciones, provenían de resguardos indígenas en Cauca y Chocó y habrían sido engañados con falsas promesas para facilitar su reclutamiento.

Los seis capturados fueron puestos a disposición de la Fiscalía 10 local. Los adolescentes rescatados fueron entregados a las autoridades competentes para garantizar la restitución de sus derechos y su protección frente a futuros intentos de reclutamiento.

Este operativo reafirma la necesidad de combatir el reclutamiento de menores en Colombia, un delito que atenta contra los derechos fundamentales de los niños y adolescentes en el país.