El universo de Dune sigue expandiéndose, y ahora, con la serie precuela Dune: Prophecy, se adentrará aún más en los rincones de su vasto mundo. Esta serie de seis episodios, que se estrena este domingo en Max, lleva la historia más allá de los desiertos de Arrakis que Timothée Chalamet, como Paul Atreides, recorrió en las recientes películas de Dune dirigidas por Denis Villeneuve. Prophecy transcurre 10,000 años antes de los eventos de las películas y se desarrolla en contextos y períodos de tiempo completamente nuevos.

Según Alison Schapker, productora ejecutiva de la serie, Prophecy mantiene una conexión cohesionada tanto con el material original de Frank Herbert como con las películas recientes. "Dune es un universo al que la gente se siente muy apegada", explicó Schapker, quien ha trabajado en series como Westworld, Lost y Alias. "Es un mundo que importa a la gente, y queríamos respetarlo".

A pesar de la libertad creativa con la que contó el equipo de Prophecy, se esforzaron por aplicar los estándares visuales de las películas para que la serie se sintiera parte del mismo universo que Villeneuve construyó. La trama se centra en el origen de las Bene Gesserit, una sociedad secreta de mujeres con habilidades mentales y físicas excepcionales, y sigue a las hermanas Valya y Tula Harkonnen, quienes luchan contra fuerzas que amenazan el futuro de la humanidad. Su enfrentamiento establecerá la fundación de la secta que se convertirá en las Bene Gesserit, tal como se conoce en los libros de Dune.

(De izquierda a derecha) Charlie Hodson-Prior y Sarah-Sofie Boussnina en 'Dune Prophecy'. Crédito: HBO.

La serie también explora nuevos mundos, como Salusa Secundus, que en las películas de Villeneuve aparece como un planeta prisión, pero en Prophecy se presenta como un planeta imperial. Además, muestra Wallach IX, la base de la hermandad dirigida por las protagonistas, y Lankiveil, un planeta helado y peligroso donde los Harkonnen fueron exiliados. La producción se centró en representar estos mundos de manera realista y épica, al mismo tiempo que se fundamentaba en una rica tradición y en personajes profundamente humanos, lo que permitirá que incluso quienes no están familiarizados con los libros o las películas puedan disfrutar de la serie.

A pesar de su enfoque más accesible, Prophecy está dirigida a un público adulto, con escenas más íntimas y maduras, lo que le da un toque distintivo dentro del género de ciencia ficción. "Me encantó que nos permitieran hacer ciencia ficción para adultos", comentó Schapker. "Fue muy divertido permitir que los personajes tuvieran una humanidad tridimensional, incluida su sexualidad, y que el programa pudiera explorar esos momentos más picantes".

El primer episodio de Dune: Prophecy se estrena este domingo en Max, un servicio de streaming de Warner Bros. Discovery, hogar también de HBO y CNN.