Es considerada la fosa común urbana más grande del país.

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) anunciaron este miércoles el hallazgo de los primeros restos humanos en La Escombrera, Medellín, tras años de búsqueda en lo que se considera la fosa común urbana más grande de Colombia.

El lugar, ubicado en la Comuna 13, fue escenario de intensos enfrentamientos entre 2001 y 2004 durante el conflicto armado, y ha sido señalado por décadas como un sitio donde fueron arrojados los cuerpos de desaparecidos. Según las entidades, las estructuras óseas encontradas podrían pertenecer a al menos dos personas desaparecidas durante ese periodo.

"Este descubrimiento representa una respuesta concreta a las demandas de los familiares de desaparecidos, quienes han luchado durante décadas por la intervención en La Escombrera", destacó el comunicado conjunto.

El hallazgo ocurrió en la zona noreste del polígono de intervención, fuera del área priorizada en la fase 5, la cual se centra en la prospección, excavación y tamizaje del terreno. Los restos fueron localizados mientras se removía tierra con maquinaria, procedimiento que se detuvo de inmediato para permitir el análisis forense.

Además de las estructuras óseas, se hallaron prendas de vestir asociadas a las víctimas. Estas evidencias estaban contempladas para explorarse en la fase 6, pero las labores se adelantaron por la ubicación inesperada.

La Comuna 13 de Medellín, un sector popular que vivió intensas operaciones militares, ha sido el epicentro de desapariciones forzadas atribuidas a guerrillas, paramilitares y la fuerza pública. Entre 1981 y 2016, la JEP calcula que al menos 502 personas desaparecieron en esta zona.

La intervención actual abarca 6.912 metros cuadrados, de los cuales 2.417 metros fueron priorizados en esta fase. Las labores de búsqueda iniciaron en julio tras múltiples retrasos que, según colectivos de víctimas, han revictimizado a las familias.

"Estoy muy alegre de saber que se le va a acabar la tristeza a una de las familias de estos cuerpos allí", expresó Margarita Restrepo, quien lleva 22 años buscando a su hija desaparecida en 2002.

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Por su parte, el magistrado Gustavo Salazar de la JEP señaló:
"Hoy quiero ser breve. No quiero llenar de palabras, de ruido, el martirio solemne y el dolor de décadas que aquí se recoge. Quisiera no perturbar el silencio de las madres que arañaron esta montaña de escombros con la fuerza del amor, la memoria y la desgarrada esperanza."

El hallazgo de los restos en La Escombrera es un avance significativo en la búsqueda de justicia y reparación para las familias que, durante años, han clamado por respuestas.