Adelina Guerrero, esposa del exsenador Armando Benedetti, desmintió las versiones difundidas sobre presuntos episodios de violencia doméstica en su contra. En un comunicado público, aseguró que no fue amenazada con un arma blanca ni golpeada, calificando las acusaciones como parte de una campaña mediática con intereses políticos.

"La historia que llevan meses difundiendo con claros intereses políticos NO corresponde a la realidad. Yo no fui amenazada con un arma blanca, ni me golpearon", afirmó Guerrero. También denunció que la cobertura del caso ha violentado su intimidad y afectado el bienestar de su familia.

El pronunciamiento de Guerrero llega en medio de una polémica desatada tras el regreso al país de Benedetti, quien se autoproclamó asesor presidencial. Este miércoles, la Defensora del Pueblo, Iris Marín, pidió al presidente Gustavo Petro que desista de cualquier nombramiento de Benedetti en altos cargos públicos debido a antecedentes de violencia de género atribuidos al exsenador.

Marín recordó que, en julio, la Cancillería colombiana fue notificada por su embajada en España sobre un incidente en el que Benedetti habría amenazado a su esposa con un cuchillo, cortándole la ropa. Según informes, el exdiplomático habría invocado su inmunidad para evitar ser detenido.

El caso ha generado fuertes críticas en distintos sectores, que consideran inapropiado que Benedetti asuma roles de responsabilidad pública mientras persisten denuncias de violencia en su contra. Sin embargo, la reciente declaración de Guerrero abre nuevos interrogantes sobre la veracidad de las versiones difundidas y el manejo mediático del caso.

Por ahora, la investigación disciplinaria contra Benedetti continúa, mientras el debate público sobre su posible rol en el gobierno de Gustavo Petro se mantiene candente.