El Comité Disciplinario del Campeonato de Fútbol Profesional sancionó a 11 jugadores del Atlético Bucaramanga con una multa individual de 1.300.000 pesos por una protesta que realizaron antes del partido contra Fortaleza, disputado el pasado 9 de noviembre. Los jugadores involucrados, Aldair Quintana, Kevin Cuesta, Santiago Jiménez, Freddy Hinestroza, Andrés Ponce, Aldair Gutiérrez, Fabry Castro, Cristian Zapata, Esneyder Mena, Leonardo Flores y Frank Castañeda, salieron al campo de juego cubriéndose la boca y el escudo de la camiseta con esparadrapo, como una forma de manifestar su rechazo a las sanciones impuestas a su entrenador y a un compañero.

La protesta fue una respuesta a las sanciones impuestas al director técnico Rafael Dudamel, quien fue suspendido por un mes y 15 días, y al jugador Fabián Sambueza, quien recibió una sanción de cinco fechas, por sus declaraciones contra el árbitro Wilmar Montaño y el juez del VAR Kéiner Jiménez. La polémica surgió después de que al Bucaramanga le invalidaran un gol en los últimos minutos del partido contra Boyacá Chicó, el 6 de noviembre, que terminó en empate 1-1. Los jugadores y el cuerpo técnico del Bucaramanga consideraron injusta la decisión de los árbitros y expresaron públicamente su frustración.

El Comité Disciplinario argumentó que la protesta violó el artículo 73 del Código Único Disciplinario de la Federación Colombiana de Fútbol, que prohíbe a los jugadores exhibir mensajes o publicidad sin la autorización del organizador del evento. Según el reglamento, los jugadores que infringen esta norma durante los actos protocolarios, como el inicio del partido, son sancionados con una multa que puede variar entre uno y cinco salarios mínimos legales vigentes.

El Atlético Bucaramanga y su hinchada esperaban una respuesta contundente de la Federación frente a lo que consideran una injusticia arbitral, pero la protesta ha generado controversia dentro del ámbito deportivo, mientras que los jugadores deberán enfrentar las consecuencias de su acción.